Nuestra

historia
Más de un siglo de historia y de éxito

Reyes y célebres personajes han visitado nuestro establecimiento y han saboreado nuestros caramelos. En este siglo de historia hemos dado a conocer nuestro producto a ciudadanos de los cinco continentes, desde los orígenes como una modesta pastelería de principios de siglo hasta la popular tienda física y online actual.

Los caramelos La Violeta fueron ya conocidos por el rey Alfonso XIII. De él se cuenta que compraba violetas para su mujer y, también, para otros personajes de su círculo. La exclusividad de estos caramelos, cuyo sabor es inigualable, lo convertían en un regalo muy codiciado por este rey.

En los cinco continentes

Mariano Gil Temiño

las hijas de Mariano Gil

Maruchin Gil Temiño, Pilar Gil Temiño, Carmina Gil Temiño, Pilar Temiño y Tere Gil Temiño

Pero no solo fue el sabor de los caramelos La Violeta lo que cautivó a Alfonso XIII y a muchas otras personas de renombre, escritores, políticos, actores…, sino su presentación. Porque este dulce está diseñado de una forma que reproduce la flor violeta, de manera que se convierte en un presente no solo original por su sabor, sino por su estética.

Muchos son los expertos en historia que aseguran que la afición por los caramelos La Violeta del rey Alfonso XIII fue heredada por su hijo, Leandro de Borbón. Así, estas golosinas, desde el año 1915 en el que abrió la tienda, tuvieron cada vez más demanda. No solo por personas de tanto renombre como el rey, sino por los propios ciudadanos de a pie.

Literatos, nobleza…

No muchos saben que don Jacinto Benavente fue uno de nuestros adictos más incondicionales. De hecho, el Premio Nobel de Literatura raramente dejaba de comprar una caja de 100 gramos de nuestros famosos caramelos cuando acudía a su diaria visita al café El Gato Negro.

Y tampoco muchos conocen que Victoria Eugenia eligió nuestra tienda como una de sus preferidas en su época de reina. Posteriormente continuarían siendo aficionados a nuestro producto Don Juan y Doña Mercedes desde su exilio en Estoril. Cuentan además que la presidenta Chamorro de Nicaragua, después de visitar España y probar nuestros caramelos, realizaba pedidos recurrentes desde su país en los años posteriores, añorando su sabor, del que quedó enamorada. Algo tendría que ver que también se llamara Violeta.

Jacinto Benavente

Foto superior: Jacinto Benavente

4 generaciones

Foto b/n: Maruchín, Tere, Carmina y Pilar
Fotos color: modelos

Tres generaciones

Originariamente, la tienda era una pastelería llamada El Postre, propiedad del bisabuelo de las actuales propietarias, Mariano Gil, quien le vendió el local a su hijo en 1915 por 25.000 pesetas. Mariano le cambió el nombre para empezar a vender bombones, fruta escarchada, marron glacé y caramelos. Eran los cimientos de Caramelos La Violeta.

Los abuelos se casaron seis años después y empezaron a llevar juntos la tienda, ganándose el favor de una clientela que apreciaba los ricos dulces.

Ni la Guerra Civil les paró, ni impidió que las puertas de la tienda siguiera abierta, en esos años para vender melocotón en almíbar, bocadillos y útiles para la casa (platos, jarrones , etc.. ).

Durante la contienda el abuelo Mariano estuvo confinado en su casa y fue la abuela Pilar quien sacó adelante el negocio y se quedó al frente, sobre todo después del pronto fallecimiento de nuestro querido Mariano.

El fallecimiento de Pilar hizo que en la década de los 70 continuaran la tradición familiar Teresa, Pilar y Mariano Gil (la segunda generación), que luego darían el relevo a las actuales propietarias, las tres descendientes directas, que han impulsado y modernizado el negocio, adaptándolo a las nuevas oportunidades del mercado y abriendo la tienda online, lo que permite que las delicias que se sirven en la tienda lleguen a cualquier rincón del mundo.

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