10 cosas que (quizás) no sabías sobre nuestras violetas escarchadas
Las violetas escarchadas son una de esas delicias irresistibles que, una vez que se han saboreado, no se pueden olvidar. Son mucho más que un dulce o una golosina.
Su color, su delicado sabor y un proceso de elaboración casi artesanal hacen de ellas algo muy especial para compartir, regalar o, por qué no, darse un capricho.
Típicas de Madrid, las violetas escarchadas tienen su propia historia, sus secretos y alguna que otra curiosidad. Y son, cómo no, parte de nuestra esencia. Para que puedas apreciarlas tanto como nosotros, te queremos contar algo más de ellas.
Los secretos de las violetas escarchadas
Antes de explicar esos datos curiosos de nuestras violetas escarchadas, es importante hacer una pequeña aclaración: las violetas escarchadas no son lo mismo que los caramelos de violeta. Esta preciosa flor y su aroma son la base, pero la elaboración es diferente y, por supuesto, el resultado.
Para elaborar artesanalmente violetas escarchadas es necesario quitar a las flores los pistilos y luego someterlas al escarchado. Es decir, se cubren con el azúcar que, al cristalizar, les dará esa apariencia peculiar y permitirá conservar el aroma de la flor.
Decíamos que las violetas escarchadas son típicas de Madrid y se comercializan en muchos establecimientos. Sin embargo, las auténticas son las que desde hace más de cien años se elaboran en La Violeta. Fue el fundador de esta centenaria confitería, Mariano Gil Fernández, quien supo hacer de esta flor una delicatessen.
Hace décadas, las flores con las que se elaboraban las violetas escarchadas se recolectaban en la sierra de Madrid y solo a finales del invierno. Hoy ya no es así, las flores proceden de vivero, pero su cultivo se realiza con el mayor mimo para que conservar todo su aroma.
No solo el cultivo, en la elaboración de las exquisitas violetas escarchadas cuidamos con auténtica devoción cada detalle del proceso. Todo se sigue haciendo de manera artesanal. Gracias a ello, ya son varias las generaciones que han podido -y pueden- disfrutar de todo el sabor, el aroma y la delicadeza de la tradición.
Tan exquisitas son las violetas escarchadas, que han enamorado a paladares de todas las clases y condiciones. Alfonso XIII las compraba para su esposa, la reina Victoria Eugenia.
También se enamoraron de las violetas escarchadas y los caramelos de esta flor destacados personajes de la vida cultural, social y política, desde Jacinto Benavente al general Millán Astray.
La fama de las violetas escarchadas ha trascendido fronteras. Hoy son muchos turistas los que se llevan algún paquete de estas delicias como dulce recuerdo de su visita a la capital española.
Si quieres dar un toque muy especial a un postre o incluso a un cóctel, las violetas escarchadas son perfectas. Hay mil posibilidades para disfrutar de ellas.
¿Buscas algo original para regalar en tu boda o en la comunión o bautizo de tus hijos? Puedes regalar violetas escarchadas envasadas en cajas, en elegantes sombrereras o en prácticas latas. Cuidamos tanto en contenido como el envoltorio.
Los nuevos tiempos mandan y puedes adquirir las violetas escarchadas con comodidad vía online. Pero si quieres sumergirte en el ambiente tradicional, en el espíritu del viejo Madrid y en el encanto de una antigua confitería, te invitamos a que nos visites en la plaza de Canalejas 6, en el lugar donde siempre ha estado La Violeta.
Imposible resistirse, las violetas escarchadas representan un pedacito de la historia de Madrid y de lo mejor de la tradición confitera. Tan deliciosas, que tus cinco sentidos se enamorarán de ellas. Tu paladar no olvidará su sabor, tu vista se perderá en su color morado y tu olfato buscará el delicado aroma de la violeta. Mientras, tus manos querrán tomar otra y tu oído no se cansará de escuchar suspiros de gusto mientras las disfrutas.